En esta sección os presentamos libros que nos parecen indispensables en nuestras estanterías, pequeñas cajas llenas de sorpresas e historias que nos incitan a contar su historia, a compartirla y que, sin duda, nos llevaríamos a un largo viaje. Esperamos que vosotros los disfrutéis y contéis tanto como nosotras.
Este libro nos encontró hace ya unos años cuando entramos en la ANTI-liburudenda de Bilbao a por otro libro. Mientras yo ojeaba el libro que había encargado, mi hijo Martín, que por entonces tendría 5 años, estaba en un rincón abstraído en otro que había cogido de la estantería. Estaba tan metido en él que no lo pudo dejar y nos lo tuvimos que llevar con nosotros a casa. Fue una amistad a primera vista. Me gusta pensar que fue el libro el que llamó y encontró a Martín, que fue encontrado por él, el que, entre todos los libros de la librería, más alto susurró a los oídos de un niño (mi niño) que oyen más allá.
Desde entonces disfrutamos de tanto en tanto del viaje tan entretenido que nos propone, dejándonos llevar por sus ilustraciones, tan llenas de detalles, tan locas pero con tanto sentido. Y, como está contado principalmente a través de un lenguaje visual, nos permite e invita a contar su historia con nuestras propias palabras, que, según el día, según el contador, irán cambiando.
Un regalo para la fantasía, a saborear entre dos o en solitario.
8 noviembre 2013, viernes